Primeros contadores del tiempo


Ante la necesidad de controlar el tiempo las antiguas civilizaciones se guiaban por el día y la noche o por los ciclos de la luna, "ciclos astronómicos".
Tan sencillo como clavar un palo en el suelo (GNOMON, del Griego indicador) y observar el movimiento de la sombra del baston (gnomon) que señalaba los horas.

El origen del reloj de sol es de aproximadamente 4000 años.
Las primeras civilizaciones que lo utilizaron fueron la egipcia y la babilónica, sin olvidarnos de la inca y la china.

En la civilización Egipcia el GNOMON fue transformando en grandes obeliscos.

El reloj de sol mas conocido es la aguja de Cleopatra.
Las Agujas de Cleopatra (Cleopatra's Needle) es el nombre anglosajón de una pareja de obeliscos ordenados esculpir por el faraón Tutmosis III en el siglo XV a. C. Inicialmente se erigieron en la antigua ciudad de Lunu, la "Heliópolis" de Egipto. Posteriormente fueron trasladados a Alejandría, por deseo de César Augusto. En el siglo XIX fueron trasportados a Londres y Nueva York respectivamente.
El más antiguo del que tenemos noticia es el «merkhet» un reloj egipcio del 1500 a. C. que se compone de dos listones de piedra, uno hacía de gnomon (estaca clavada en el suelo y orientada al sol que permitía medir e indicar la hora solar) y el otro era una estaca horizontal donde se marcadas las líneas horarias.
Conforme el sol se movía la sombra avanzaba en la tabla horizontal.

Los griegos mejoraron el reloj de sol (scaphe o cuadrante solar), donde el gnomon (del griego “guía” o “maestro” barra que servía de aguja), ya no se coloca verticalmente, sino paralelo al eje terrestre en un bloque de piedra vaciado en forma hemisférica. Ya no se medía la longitud de la sombra sino su situación, este cambio permitió que los relojes señalaran durante todo el año las horas con una duración constante.

Los romanos los denominaron Hemispherium (de ahí en la actualidad la denominación de los Hemisferios Norte y Sur).

Tipos de relojes de sol:

Ecuatoriales: compuestos por un semicírculo que representan el ecuador de la tierra y de una barra central que representa el eje de la tierra.

Horizontal: construido sobre una plataforma horizontal con las horas marcadas y orientadas al sur, el estilo o barra que marca las horas están orientados al N e inclinado con el ángulo necesario para estar perpendicular al ecuador.

Vertical: construido en una pared donde se marcan las horas.

Pastor: formado por un cilindro con una anilla superior para sujetarlo, el cilindro esta dividido verticalmente en meses y unas curvas lo cruzan indicando las horas, en la parte superior hay una tapa giratoria con una varilla, con esta colocada a la altura de la fecha del día y orientándolo correctamente indica la hora.

Anular: (reloj de altura) se basa en este principio, ya que es un anillo con una parte giratoria en la que hay un incisión, colocándolo en la fecha del día y orientándolo de forma adecuada aporta la información horaria.
Díptico: son realmente dos relojes de sol, uno horizontal y otro vertical montados dentro de una caja, un hilo entre los dos hace de estilo y hay que orientarlo hacia el sur, por lo que normalmente suele venir acompañado de un brújula.

El reloj de sol tiene sus carencias, no poder ser utilizado con la ausencia del sol o mala climatización, la irrupción de los relojes mecánicos hizo que su utilización fuese cada vez menos importante.

La duración como principal mecanismo de medición del tiempo fue muy larga, conviviendo el reloj de sol y el reloj mecánico durante muchos siglo, hoy en día se pueden apreciar en torres estos dos relojes.

CLEPSIDRA, antiquísima invención usado por los egipcios, griegos y romanos, se basa en el principio de que una cantidad dada de agua siempre requiere el mismo tiempo para pasar gota a gota de un recipiente a otro.
Este aparato es entonces un cronometro y no un reloj, pues marca una determinada cantidad de tiempo pero no de hora.

Se uso en la Edad Media, especialmente en oficios religiosos.

A medida que se iba consumiendo marcaba un determinado tiempo, otro cronógrafo.

Una vez que se desarrollo la técnica del vidrio, se empezó a utilizar los relojes de arena, con la fabricación de dos vasos perfectamente iguales.

La arena contenida en el recipiente superior pasa al inferior contando un determinado periodo de tiempo, otro cronógrafo.